Departamento La Loma
Ubicado en el poniente de la Ciudad de México, el programa arquitectónico se compone de un área de estar, área de cocina, área de servicios y dos habitaciones con baño propio. La fachada oeste del departamento se abre hacia las vistas y atardeceres del bosque, ofreciendo una relación constante de contacto con la naturaleza.
La propuesta parte de desmantelar las particiones y muros originales de la vivienda para generar una nueva configuración abierta, continua y principalmente orientada a las vistas del bosque. El área social se articula e integra a través de una consola de latón que se funde con una de las columnas existentes y recorre el espacio longitudinalmente. Su expresión escultórica detona la relación operativa del espacio, definiendo así el gesto rector del proyecto y siendo el elemento que aloja libros, discos de vinil y un espacio para una tornamesa.
La piel que recorre el espacio mediante lambrines de madera de encino abraza los perímetros del departamento; en su recorrido integra y rodea la gran barra central de granito en la cocina y provee espacio para ocultar el refrigerador, despensa, closet de blancos y una cava. A su vez la misma piel integra las puertas y los pasos hacia las áreas de servicio, provocando una continuidad visual, cálida y táctil que viaja hasta la habitación principal. El piso y los muros laterales de mármol otorgan al espacio una atmósfera sobria y contemporánea.
El baño de visitas expresa una atmósfera pétrea de carácter único; su piso y muros de cuarcita verde alojan una escultura en mármol verde Tikal que funge como lavabo, pieza diseñada en colaboración con EWE Studio.